¿Qué le pasará por la cabeza a Hidalgo cada vez que mira el desmadre que es Huehue? Imagen de Wikimedia Commons |
Es que Huehuetoca es surrealista, más que el resto de México (aunque Teoloyucan no le va a la zaga), quizá André Bretón la conoció y por eso dijo lo que dijo sobre el país. Mi punto es que, de la misma manera que convirtieron la Av. Juárez en una zona de desastre al término de la administración municipal anterior, así ahora el compañero Juan Manuel López Adán tuvo a bien levantar el cemento de la plaza central de Huehuetoca para... poner cemento. Sinceramente me hizo mucha ilusión cuando vi que comenzaron a quitar el concreto del piso de la plaza, porque pensé que sería sustituido con una mona arboleda digna de cualquier cabecera municipal de cualquier municipio de medio pelo de este país.
En mi tierra así son los pueblos, tienen su plazota con tamarindos y una iglesiota que nadie visita porque ya nadie vive ahí; acá en el estado de México no hay tamarindos, pero por lo menos en Teoloyucan hay unos pinos enormes (había, porque fueron sustituidos por los pandas del bicentenario, esa es otra historia). Entonces, si uno ve unas máquinas levantando el concreto puede ver también que debajo había tierra para plantar aunque fuera unos arrayanes. Por eso me ilusioné, pues antes de ese acontecimiento la plaza de Huehue era una costra de cemento que servía para tres cosas: tostar pepitas, hacer colas para sacar la credencialdelector y aburrirse.
El encanto se fue como vino. A los dos días vi que estaban poniendo cemento otra vez. Luego, sobre los hules negros pegaron una lona con la imagen digital de la proyección de la plaza remodelada y me llevé el chasco de mi vida. La imagen describía una plaza de cemento, con el mismo quiosco. La diferencia eran dos arcadas hechizas, el logo de la administración municipal actual en la plancha de cemento y una concha acústica. Entonces me imaginé al compañero Juan Manuel López Adán encaramado en la consabida concha dando sus discursos al más puro estilo priísta; la concha como escenario apoteótico del político pueblerino que aspira a no sé qué, delante de las Fuerzas Vivas de la Nación (bueno, modestamente, de las Fuerzas Vivas de Huehue), siendo abrazado por nuestroseñorgobernadorlicenciado Enrique Peña Nieto en su próxima visita.
Jaja. Las obras debían estar listas para el bicentenario de la independencia nacional, pero era catorce de septiembre y seguían poniendo por ahí cositas, arreglando el colorado del piso y trepando una estatua de Hidalgo de dudosa calidad sobre un ¿arco? que contenía la leyenda conmemorativa de esta obra que sirvió para dos cosas: exhibir la estupidez de nuestro gobierno municipal y maltratar los nombres de Hidalgo y José Luis Cuevas. Quince de septiembre por la mañana: las trabajadores estaban poniendo las macetas en su lugar. Quince de septiembre por la noche: los trabajadores estaban fijando las bancas del bicentenario sobre el cemento de la plaza.
A'i se va.
con todo lo que escribes
ResponderEliminarya me da hasta un poco
de miedo
saber qué harán en perú
cuando llegue el bicentenario
.
espero no sucedan cosas parecidas, aunque el pueblo donde vivo ya es bicentenario
por decirlo de alguna manera, ya que fue proclamada la independecia de España varios años antes que en Lima
Bueno
estamos hablando
chau
Creo que todos esperabamos algo mejor de la remodelacion de la explanada que tan bonita se ve en las fotografias antiguas, pero en fin, fue un trago amargo que es mejor olvidar ja ja y tienes razon, algo hay de surrealista en este municipio.
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